sábado, 2 de marzo de 2024

Como se compone el archipiélago

 Por: Alejandro Glade R.

DALCAHUE

El Archipiélago de Chiloé está formado por unas 40 islas,  son parte de una extensión de la cordillera de los Andes que comienza a sumergirse en el Océano Pacífico frente a la Patagonia chilena, en la Región de Los Lagos. Durante mucho tiempo, estas 40 islas fueron casi inaccesibles, por su lejanía y aisladas del continente. La isla más grande, la Isla de Chiloé o Isla Grande de Chiloé, sigue siendo la misteriosa guardiana de un folclore excepcional, plagado de antiguos mitos y leyendas, con una historia de vida salvaje y única.

La cultura viva en los rincones de las costas de Chile.

La gente de la isla de Chiloé se describe a sí misma como “chilote” primero y “chilena” después. Y probablemente sea con este mismo orgullo que los pueblos mapuche y chonos de la isla “dieron la bienvenida” a los primeros colonos españoles que llegaron a mediados del siglo XVI. La mezcla única de culturas indígenas y europeas dio origen a los misterios y la mitología del Archipiélago de Chiloé. El archipiélago cuenta con 300 iglesias y capillas repartidas por todo el archipiélago, construidas entre los siglos XVII y XIX por misioneros jesuitas y luego franciscanos, todas estas construcciones hechas por devotos cristianos, son un testimonio de esta identidad distintiva. Todas con un singular estilo arquitectónico, único en Sudamérica, 16 de estas coloridas iglesias de madera están ahora declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

ANCUD

Una isla de dos mitades.

Hablar de las dos mitades de la isla corresponde a la identidad con los paisajes de la Isla de Chiloé. Cuenta con un paisaje tranquilo al este, con una costa escarpada donde, al abrigo del viento, prados y bosques dominan a fiordos y pequeñas islas, todo en la parte abrigada de la isla. Y la otra mitad con un bosque primitivo y salvaje al oeste, con árboles centenarios frente a a un mar no tan pacifico con las indómitas aguas del Océano Pacífico. Es en esta desierta mitad occidental donde se encuentran las tres reservas naturales de la isla: el Parque Tantauco, el Parque Tepuhueico y el Parque Nacional Chiloé, todos ellos guardianes de una fauna y flora excepcionales. Los ríos, dunas, lagunas y bosques caducifolios y de helechos albergan  al Pudú (el venado más pequeño del mundo), marsupiales y zorros de Darwin, una especie endémica que lleva el nombre del famoso naturalista que exploró los bosques de la isla durante su viaje a Chile en 1834. Muchos son los excursionistas que siguen sus huellas, mientras otros viajeros prefieren admirar la isla desde lejos durante un corto crucero para observar lobos marinos sudamericanos, pelícanos y pingüinos de Humboldt y Magallanes en la Pingüinera de Puñihuil.

Chiloé es tierra de leyendas.

A lo largo de estas costas azotadas por el viento, la lluvia y el océano, y en el corazón de este bosque impenetrable a veces envuelto en niebla, nació la igualmente abundante mitología chilota, reflejo de la todopoderosa Madre Naturaleza. Empezando por el mito de la creación del Archipiélago de Chiloé, que habla de una batalla titánica entre dos serpientes rivales: Cai-Cai Vilu, el dios del mar, y Ten-Ten Vilu, el dios de la Tierra. La accidentada topografía del archipiélago se formó a partir de los escombros y la destrucción causada por este choque entre estas dos bestias del mar. Pero la mitología chilota también le debe mucho a la sorprendente amalgama cultural y espiritual de leyendas indígenas y brujería europea. Un enano malvado, una hermosa sirena, un barco fantasma, brujos oscuros y más: se utiliza toda una serie de criaturas terrestres y marinas legendarias para explicar todos los aspectos de la vida, desde sus orígenes hasta sus rutinas cotidianas. Aunque es posible que esta mitología no se tome tan en serio hoy en día, los chilotes durante años y de todas las épocas todavía la discuten.

IGLESIA DE CHONCHI

Una rápida pincelada a la mitología chilota.

El Trauco: un duende repulsivo que vive en lo profundo del bosque y se adentra en los sueños de las mujeres para engañarlas para que se acuesten con él. A veces se le invoca para explicar embarazos repentinos o no deseados, especialmente entre mujeres solteras.

La Pincoya: una criatura parecida a una sirena con cabello largo y rubio y piel clara. Ella se eleva, desnuda y pura, desde las profundidades del océano para realizar danzas rituales en la orilla que dictan si el mar estará lleno de pescados y mariscos o no. Según otra creencia, su hermana La Sirena Chilota y su marido El Pincoy atraen a El Caleuche a náufragos y almas ahogadas.

El Caleuche: un barco fantasma tan fascinante como inquietante, navegado por misteriosos brujos. Quizás lo veas al anochecer navegando por la costa de la isla de Chiloé. Aunque es más probable que escuches las canciones de su sombrío equipo. Canciones fascinantes que se dice que atraen a los marineros náufragos y perdidos.

Los Brujos: brujos igualmente misteriosos, miembros de la hermandad oculta La Brujería. ¿Quiénes son? ¿Dónde se pueden encontrar? Nadie lo sabe con seguridad. Pero cuenta la leyenda que viven aislados en su cueva, custodiados por el terrorífico Imbunche. Los Brujos practican magia oscura durante sus ceremonias, con la esperanza de corromper al pueblo chilote.

Secretas y orgullosas, salvajes e ingobernables, las islas chilenas del archipiélago de Chiloé son algunos de los sitios más bellos de América del Sur. Sólo la Isla de Pascua y sus moai están envueltas en tanto misterio. El Archipiélago de Chiloé es una visita obligada en la ruta hacia la Patagonia y Tierra del Fuego para aquellos que deseen alejarse de los caminos comunes demasiado recorridos y trillados.

 

Escrito por: Alejandro Glade R.

 

Chiloé

Por: Alejandro Glade R.

PALAFITOS

Chiloé tiene una vasta historia que comienza con la llegada de sus primeros habitantes humanos hace más de 7.000 años. En sus costas se ha encontrado conchales antiguos con desechos domésticos, herramientas de piedra  y restos de hogueras. Dentro de las excavaciones arqueológicas se han encontrado esqueletos de aves  y en algunos casos esqueletos humanos. Estos descubrimientos son de grupos nómadas dedicados a la recolección de animales marinos y a la caza y la pesca. Los conchales más antiguos datan del año 5.900 a. C.

Los archivos históricos comienzan con los españoles que llegaron a la isla de Chiloé en el siglo XVI, en ese tiempo la isla estaba habitada por los pueblos Chono, Huilliche y Cunco. Los pueblos originarios navegaban por las traicioneras aguas del Archipiélago de Chiloé en embarcaciones llamadas dalcas con una destreza que impresionaba a los españoles. Su dieta consistía en verduras cocidas como papas y maíz, y una amplia variedad de pescados y mariscos.

Ya a finales del siglo XVIII se creó el Camino Real, una ruta terrestre que unía Valdivia y Chiloé facilitando el comercio. Después de la Independencia de Chile, la isla se convirtió en el centro de abastecimiento de balleneros extranjeros y en el principal productor de traviesas de ferrocarril de América del Sur.

Los famosos palafitos comienzan a aparecer en la isla a mediados del siglo XIX en muchos lugares de las islas.

Los más famosos de la época son los del barrio Gamboa. Los palafitos de esta zona cumplían dos funciones, una habitacional y la otra comercial. Estos palafitos se comunicaban por medio de puentes de madera. A través del tiempo e investigaciones se logró identificar barrios como los hay Ancud, Chonchi, Quemchi, Dalcahue, Quinchao, Quellón, Puqueldón y Mechuque.

CASTRO

Es común hasta hoy en día que la vida cotidiana  transcurre en las cocinas con  magnificas cocinas a leña que además sirven de calefacción para sus casas. La mayoría de estos recintos de cocina cuentan con una vista privilegiada al mar. Los palafitos han sufrido inmensas catástrofes naturales como terremotos, maremotos e incendios. Y hoy están afrontando cambios modernos en su arquitectura.  Cambios que están transformando parte de su magia, pero afortunadamente no se ha perdido su identidad ni memoria.

Las costumbres de los habitantes de la isla de Chiloé, han llegado hasta nuestros días, y es que los vecinos se reúnen para compartir el trabajo cuando es demasiado importante para que lo haga un solo hombre (sembrar, cosechar, trasladar una casa por carretera o por mar...).

Son varios los profesionales que se han dedicado y han dado a conocer su forma de construir,  y el palafito ha sido tema para estudiar y mantener los palafitos tradicionales. Uno de ellos es el destacado arquitecto chileno  Edward Rojas, fundador y director del  Museo de Arte Moderno  de Castro, y responsable de la restauración de cuatro de las dieciséis iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

ANCUD

Chiloé ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas del siglo XX, los recursos oceánicos han permitido abrir empresas pesqueras y acuícolas y su economía pasó de una basada en la pesca de subsistencia, la agricultura y la reciprocidad a una basada en el trabajo asalariado y el intercambio de mercado. Las nuevas empresas acuícolas, como el cultivo de salmón, generaron nuevos empleos mal remunerados para los chilotes. Pero el cambio hacia el trabajo asalariado ha alejado a los isleños de sus medios de vida tradicionales y prácticas laborales colectivas como la minga que había formado una pieza central de la identidad isleña durante generaciones.

A fines del  2012, la Línea Aérea Nacional LAN ofrece la primera aerolínea con vuelos a la Isla de Chiloé, inaugurando un servicio regular entre Puerto Montt y el aeropuerto de Mocopulli. Anteriormente, el único medio de acceso a la isla de Chiloé era a través de un servicio de ferry a través del Canal de Chacao.

 

Escrito por: Alejandro Glade R.

Como se compone el archipiélago

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